"Muchos años después, frente al
pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella
tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces
una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de
aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y
enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas
carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”.
"El invierno se precipitó un
domingo a la salida de misa. La noche del sábado había sido sofocante. Pero aún
en la mañana del domingo no se pensaba que pudiera llover. Después de misa,
antes de que las mujeres tuviéramos tiempo de encontrar un broche de las
sombrillas, sopló un viento espeso y oscuro que barrió en una amplia vuelta
redonda el polvo y la dura yesca de mayo. Alguien dijo junto a mí: “Es viento
de agua”. Y yo lo sabía desde antes. Desde cuando salimos al atrio y me sentí
estremecida por la viscosa sensación en el vientre. Los hombres corrieron hacia
las casas vecinas con una mano en el sombrero y un pañuelo en la otra, protegiéndose
del viento y la polvareda. Entonces llovió. Y el cielo fue una sustancia
gelatinosa y gris que aleteó a una cuarta de nuestras cabezas. Durante el resto
de la mañana mi madrastra y yo estuvimos sentadas junto al pasamano, alegre de
que la lluvia revitalizara el romero y el nardo sedientos en las macetas
después de siete meses de verano intenso, de polvo abrasante. Al mediodía cesó
la reverberación de la tierra y un olor a suelo removido, a despierta y
renovada vegetación, se confundió con el fresco y saludable olor de la lluvia
con el romero."
"Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez.
O meu primeiro contacto coa obra de Gabriel García Márquez foi de pequena, no colexio. Era o ano 1982, data na que o escritor recibía o Premio Nobel de Literatura. A profesora de Lingua e Literatura, Carmucha se chamaba, entregounos unha folla fotocopiada con diversos fragmentos de novelas do recente Nobel. Tratábase do inicio das súas obras máis destacadas ata aquel momento. "Cien años de soledad", "El coronel no tiene quien le escriba", "El otoño del patriarca". Non lembro as obras exactamente. Sei que na clase fixemos unha lectura en alto e que Carmucha nos falou sobre o realismo máxico. O que si podo dicir é que foi a orixe de moitas lecturas posteriores nas que descubrín o fermoso e máxico universo deste gran xenio da literatura universal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario